"Podía ser una idea genial, una de esas ideas que uno deja pasar sin querer, porque no se da cuenta de lo buenas que son. Es sabido que no hay quien se pueda resistir a un buen árbol de moras: tienen como un sabor a infancia, a escapadas del colegio, a tortas de abuela, y la idea de Fabi me sonó a paraíso terrenal".
"Podía ser una idea genial, una de esas ideas que uno deja pasar sin querer, porque no se da cuenta de lo buenas que son. Es sabido que no hay quien se pueda resistir a un buen árbol de moras: tienen como un sabor a infancia, a escapadas del colegio, a tortas de abuela, y la idea de Fabi me sonó a paraíso terrenal".