"Mirá, la verdad es que la fama llegó antes que mi familia, se podría decir, y que todo lo demás se fue articulando a partir de lo otro. Imaginate: con menos de treinta años ya llenábamos galpones, la gente nos seguía a todas partes, los pibes se hacían remeras con mi nombre, con mi cara, con frases que escribía yo o que otro escribía y yo firmaba. A esa edad uno no piensa en la familia, no es algo que sea prioritario. Importa uno, importa lo que uno hace, lo que uno quiere. Tuve a Aníbal, el primero, a los veintiocho, y a Darío a los treinta y dos".
"Mirá, la verdad es que la fama llegó antes que mi familia, se podría decir, y que todo lo demás se fue articulando a partir de lo otro. Imaginate: con menos de treinta años ya llenábamos galpones, la gente nos seguía a todas partes, los pibes se hacían remeras con mi nombre, con mi cara, con frases que escribía yo o que otro escribía y yo firmaba. A esa edad uno no piensa en la familia, no es algo que sea prioritario. Importa uno, importa lo que uno hace, lo que uno quiere. Tuve a Aníbal, el primero, a los veintiocho, y a Darío a los treinta y dos".