Después del mar, del horizonte, o el viento; después de la noche con su abrazo de adiós y de alba inexperta; después de tantas palabras ruidosas con que asuelan los ambientes y las multitudes, existe un silencio recogido, una aspiración de alma que más parece esencial alfabeto, al que se pertenece con naturalidad desde antes del lenguaje, en cuyas sílabas certeras espejea un orden inédito que siempre espera la poesía. Digo que este libro la encuentra bien nacida y con calor solar, aunque sea luna. Juan Antonio Massone
Después del mar, del horizonte, o el viento; después de la noche con su abrazo de adiós y de alba inexperta; después de tantas palabras ruidosas con que asuelan los ambientes y las multitudes, existe un silencio recogido, una aspiración de alma que más parece esencial alfabeto, al que se pertenece con naturalidad desde antes del lenguaje, en cuyas sílabas certeras espejea un orden inédito que siempre espera la poesía. Digo que este libro la encuentra bien nacida y con calor solar, aunque sea luna. Juan Antonio Massone