En cierta ocasión, El Globo, periódico en el cual, andando el tiempo, su ilustrado director el Sr. Olías, y su inteligente redactor el Sr. D. Pedro Bofill, con gran generosidad hicieron de mi elogios inmerecidos que nunca les agradeceré bastante, dió á luz unas cuarenta ó cincuenta frases sueltas que yo, entre otras muchas que no podría ahora precisar, había ingertado en algunas obras mías, con un intento deliberado que luego expli - caré. Los que me echaron en cara el hecho, lo hicieron sin fijarse en que las frases cºpiadas están, la mayor parte, escritas y repetidas en muchos autores, y que la genealogía de alguna de ellas viene de Homero y de la Biblia.
En cierta ocasión, El Globo, periódico en el cual, andando el tiempo, su ilustrado director el Sr. Olías, y su inteligente redactor el Sr. D. Pedro Bofill, con gran generosidad hicieron de mi elogios inmerecidos que nunca les agradeceré bastante, dió á luz unas cuarenta ó cincuenta frases sueltas que yo, entre otras muchas que no podría ahora precisar, había ingertado en algunas obras mías, con un intento deliberado que luego expli - caré. Los que me echaron en cara el hecho, lo hicieron sin fijarse en que las frases cºpiadas están, la mayor parte, escritas y repetidas en muchos autores, y que la genealogía de alguna de ellas viene de Homero y de la Biblia.