"No existe atrocidad que, a lo largo de la historia, los seres humanos no se hayan permitido"
Un mundo perfecto narra el intento de un puñado de fanáticos por sembrar el inicio de la autodestrucción que incendiará el mundo.
En una ciudad marcada por la desolación y el sinsentido, se suceden desapariciones de habitantes que nadie extraña demasiado: seres vagos y marginales que terminan en la hoguera del bosque. Sin embargo, lo que comienza como una forma de placer para hombres de poder termina siendo un mensaje para el mundo: la paulatina desaparición de personajes clave del entramado social pondrá en jaque la paz de un pueblo cuyo espíritu apenas tiene de dónde agarrarse.
Andrés Olave configura un relato oscuro, misterioso, lleno de elementos que dan cuenta de una perversidad subyacente a la vida diaria. El placer y su conexión con la destrucción constituyen la óptica con que, dentro de un universo distópico, se revela una realidad contenidamente contemporánea.
"No existe atrocidad que, a lo largo de la historia, los seres humanos no se hayan permitido"
Un mundo perfecto narra el intento de un puñado de fanáticos por sembrar el inicio de la autodestrucción que incendiará el mundo.
En una ciudad marcada por la desolación y el sinsentido, se suceden desapariciones de habitantes que nadie extraña demasiado: seres vagos y marginales que terminan en la hoguera del bosque. Sin embargo, lo que comienza como una forma de placer para hombres de poder termina siendo un mensaje para el mundo: la paulatina desaparición de personajes clave del entramado social pondrá en jaque la paz de un pueblo cuyo espíritu apenas tiene de dónde agarrarse.
Andrés Olave configura un relato oscuro, misterioso, lleno de elementos que dan cuenta de una perversidad subyacente a la vida diaria. El placer y su conexión con la destrucción constituyen la óptica con que, dentro de un universo distópico, se revela una realidad contenidamente contemporánea.