La revisión de la literatura chilena de fantasía de los últimos años hace de Proyecto Apocalipsis un título ineludible para estirar y mejorar el panorama. Parece ser que la religión es nuestra propia fuente de poder para ser desviada. Los únicos ripios son las bromas acerca de las localidades chilenas, el color local innecesario, una novela como ésta podría ser escrita en cualquier lugar del mundo, pero probablemente la inserción religiosa en nuestra vida es importante en comparación a otros lugares más liberados y detonan la mente de los notables creadores de este libro a cuatro manos. Más inquietante resulta que haya sido escrito a la mitad por un estudiante de Teología, que entre líneas propone que la única protección ante la venida del apocalipsis será hallada en la sabiduría que excede a la ley de Cristo, esa sabiduría que ha sido reprimida por el mismo poder centralista del Vaticano y sus esbirros, que parecen ser la única copia fidedigna de la realidad en estas páginas.
La revisión de la literatura chilena de fantasía de los últimos años hace de Proyecto Apocalipsis un título ineludible para estirar y mejorar el panorama. Parece ser que la religión es nuestra propia fuente de poder para ser desviada. Los únicos ripios son las bromas acerca de las localidades chilenas, el color local innecesario, una novela como ésta podría ser escrita en cualquier lugar del mundo, pero probablemente la inserción religiosa en nuestra vida es importante en comparación a otros lugares más liberados y detonan la mente de los notables creadores de este libro a cuatro manos. Más inquietante resulta que haya sido escrito a la mitad por un estudiante de Teología, que entre líneas propone que la única protección ante la venida del apocalipsis será hallada en la sabiduría que excede a la ley de Cristo, esa sabiduría que ha sido reprimida por el mismo poder centralista del Vaticano y sus esbirros, que parecen ser la única copia fidedigna de la realidad en estas páginas.