Como insina el propio ttulo, Modelos de mujer, estos siete relatos estn todos protagonizados por mujeres que, en distintas edades y circunstancias, se enfrentan todas ellas, en algn momento, a hechos extraordinarios. Todos, menos el que da ttulo al libro, estn de un modo u otro ligados a la infancia, a la capacidad de desear como motor de la voluntad, de los actos de voluntad que las protagonistas debern asumir para impedir que la vida las avasalle. En los tres primeros cuentos -Los ojos rotos, Malena, una vida hervida y Brbara contra la muerte-, los personajes femeninos vencen, cada uno a su manera, a la muerte: la pequea Miguela, la mujer monglica que se enamora de un fantasma; Malena, que se pasa la vida haciendo rgimen por amor; y Brbara, que acompaa a su abuelo a pescar. En los cuatro ltimos -El vocabulario de los balcones, Amor de madre, Modelos de mujer y La buena hija-, las protagonistas tuercen el destino a su favor recurriendo unas al poder de seduccin y otras a la fuerza de la razn, y todas con la voluntad que les otorga el firme deseo de no tolerar que la vida se les escape de las manos.
Como insina el propio ttulo, Modelos de mujer, estos siete relatos estn todos protagonizados por mujeres que, en distintas edades y circunstancias, se enfrentan todas ellas, en algn momento, a hechos extraordinarios. Todos, menos el que da ttulo al libro, estn de un modo u otro ligados a la infancia, a la capacidad de desear como motor de la voluntad, de los actos de voluntad que las protagonistas debern asumir para impedir que la vida las avasalle. En los tres primeros cuentos -Los ojos rotos, Malena, una vida hervida y Brbara contra la muerte-, los personajes femeninos vencen, cada uno a su manera, a la muerte: la pequea Miguela, la mujer monglica que se enamora de un fantasma; Malena, que se pasa la vida haciendo rgimen por amor; y Brbara, que acompaa a su abuelo a pescar. En los cuatro ltimos -El vocabulario de los balcones, Amor de madre, Modelos de mujer y La buena hija-, las protagonistas tuercen el destino a su favor recurriendo unas al poder de seduccin y otras a la fuerza de la razn, y todas con la voluntad que les otorga el firme deseo de no tolerar que la vida se les escape de las manos.