¿Existe una nueva narrativa argentina? ¿Existe un nuevo cuento nacional? En tal caso, ¿cuáles serían sus rasgos distintivos?Elsa Drucaroff, reconocida especialista en las manifestaciones más recientes de la literatura de nuestro país, encuentra en el retorno a la democracia un punto de inflexión que, a través de diversas mediaciones, ha incidido en la aparición de entonaciones, procedimientos y temas novedosos. Las consecuencias traumáticas de la última dictadura cívico-militar que ensombrecen la vida de los argentinos hasta el presente, el cinismo neoliberal de la época menemista que desembocó en la crisis del 2001 y el regreso de la participación política, un signo distintivo del período kirchnerista, habrían contribuido a crear un material inédito con el cual los escritores de tres nuevas generaciones proyectan sus historias.
Esta perspectiva sirve de base para la configuración de la presente antología, que reúne 24 cuentos de otros tantos autores en los que campean el desenfado, la ironía, la lucidez, la originalidad, el desencanto y, sobre todo, una alta calidad, que confirma que el cuento argentino sigue honrando su fama y goza de muy buena salud.
¿Existe una nueva narrativa argentina? ¿Existe un nuevo cuento nacional? En tal caso, ¿cuáles serían sus rasgos distintivos?Elsa Drucaroff, reconocida especialista en las manifestaciones más recientes de la literatura de nuestro país, encuentra en el retorno a la democracia un punto de inflexión que, a través de diversas mediaciones, ha incidido en la aparición de entonaciones, procedimientos y temas novedosos. Las consecuencias traumáticas de la última dictadura cívico-militar que ensombrecen la vida de los argentinos hasta el presente, el cinismo neoliberal de la época menemista que desembocó en la crisis del 2001 y el regreso de la participación política, un signo distintivo del período kirchnerista, habrían contribuido a crear un material inédito con el cual los escritores de tres nuevas generaciones proyectan sus historias.
Esta perspectiva sirve de base para la configuración de la presente antología, que reúne 24 cuentos de otros tantos autores en los que campean el desenfado, la ironía, la lucidez, la originalidad, el desencanto y, sobre todo, una alta calidad, que confirma que el cuento argentino sigue honrando su fama y goza de muy buena salud.