Casa útero trata del origen. Del miedo. De los miedos antiguos, casi heredados. Narra un viaje al centro que utiliza como nave el propio cuerpo: despojarse de los lastres, liberarse, escribir con la entraña para zambullirse en los recovecos del cerebro. En este camino, el libro se centra en tres grandes obsesiones: la culpa, el lenguaje y la búsqueda del yo. Bárbara Butragueño nos ofrece en Casa útero un libro de una intensidad inusual. Su tono reflexivo se hace carne viva mediante un discurso largo y rítmico, en el que destaca la capacidad metafórica, un mundo de imágenes originales y potentes que iluminan esta travesía al interior, a lo que nos conforma. Verdad y belleza. La poesía de Bárbara Butragueño es un incendio verbal del que tampoco el lector sale indemne
«Bárbara Butragueño nos devuelve la poesía mejor, la mujer mejor también, esas voces verdaderas de la chicas que saben diseccionarse». Lector Mal-herido
Casa útero trata del origen. Del miedo. De los miedos antiguos, casi heredados. Narra un viaje al centro que utiliza como nave el propio cuerpo: despojarse de los lastres, liberarse, escribir con la entraña para zambullirse en los recovecos del cerebro. En este camino, el libro se centra en tres grandes obsesiones: la culpa, el lenguaje y la búsqueda del yo. Bárbara Butragueño nos ofrece en Casa útero un libro de una intensidad inusual. Su tono reflexivo se hace carne viva mediante un discurso largo y rítmico, en el que destaca la capacidad metafórica, un mundo de imágenes originales y potentes que iluminan esta travesía al interior, a lo que nos conforma. Verdad y belleza. La poesía de Bárbara Butragueño es un incendio verbal del que tampoco el lector sale indemne
«Bárbara Butragueño nos devuelve la poesía mejor, la mujer mejor también, esas voces verdaderas de la chicas que saben diseccionarse». Lector Mal-herido