Aseguran quienes cuentan mi historia que el amor ofuscó mis sentidos... Lo aposté todo a esa carta única y cifrada, como tantas mujeres a lo largo de su inacabable historia de amores desgraciados.
Después de muchos años de silencio, habla por fin la legendaria sirena de Andersen, un ser hecho de piel suave y brillantes escamas, que para ganar los favores de un príncipe cambió su cola por unas hermosas piernas. Eso cuenta la historia, pero hay algo más... un detalle que muchos no supieron ver: la sirena, para convertirse en mujer, también tuvo que renunciar a su lengua, y así se quedó muda, sin palabras para el amor, la rabia o el dolor.
Ahora Carme Riera devuelve la voz a la sirena para que sea ella quien diga su verdad a las mujeres de hoy, también a las que tal vez no se atrevan a hablar y se encuentren lejos del mar.
Aseguran quienes cuentan mi historia que el amor ofuscó mis sentidos... Lo aposté todo a esa carta única y cifrada, como tantas mujeres a lo largo de su inacabable historia de amores desgraciados.
Después de muchos años de silencio, habla por fin la legendaria sirena de Andersen, un ser hecho de piel suave y brillantes escamas, que para ganar los favores de un príncipe cambió su cola por unas hermosas piernas. Eso cuenta la historia, pero hay algo más... un detalle que muchos no supieron ver: la sirena, para convertirse en mujer, también tuvo que renunciar a su lengua, y así se quedó muda, sin palabras para el amor, la rabia o el dolor.
Ahora Carme Riera devuelve la voz a la sirena para que sea ella quien diga su verdad a las mujeres de hoy, también a las que tal vez no se atrevan a hablar y se encuentren lejos del mar.