«En El naranjo se reúnen mis más inmediatos placeres sensuales- miro, toco, pelo, muerdo, trago- pero también la sensación más antigua: mi madre, las nodrizas, las tetas, la esfera, el mundo, el huevo...» En este libro juega con diversos mitos - el conquistador conquistado, la atemporalidad de la historia- y recorre las sensaciones típicas de su literatura. El árbol del naranjo, así, no sólo es el hilo conductor de los cinco relatos o novelas breves que conforman este volumen, sino una síntesis de la obra de Fuentes y, al mismo tiempo, el libro con que se cierra el ciclo narrativo que él ha llamado La edad del tiempo. El naranjo es la cifra de la fertilidad, del mestizaje y de la nueva vida en otras tierras, representa el recuerdo de los pechos maternos, de la redondez de la tierra y, a partir de hechos históricos concretos , de la condición circular del tiempo.
«En El naranjo se reúnen mis más inmediatos placeres sensuales- miro, toco, pelo, muerdo, trago- pero también la sensación más antigua: mi madre, las nodrizas, las tetas, la esfera, el mundo, el huevo...» En este libro juega con diversos mitos - el conquistador conquistado, la atemporalidad de la historia- y recorre las sensaciones típicas de su literatura. El árbol del naranjo, así, no sólo es el hilo conductor de los cinco relatos o novelas breves que conforman este volumen, sino una síntesis de la obra de Fuentes y, al mismo tiempo, el libro con que se cierra el ciclo narrativo que él ha llamado La edad del tiempo. El naranjo es la cifra de la fertilidad, del mestizaje y de la nueva vida en otras tierras, representa el recuerdo de los pechos maternos, de la redondez de la tierra y, a partir de hechos históricos concretos , de la condición circular del tiempo.