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Gabriela es una escritora y periodista argentina, y destacada feminista. Al parecer sus obras tienen como tema recurrente la violencia contras las mujeres, por eso me muero de ganas de leer más de ella, ya que solo he leído este cuento. Le viste la cara a Dios es un cuento muy cortito, donde reconstruye la historia de la Bella Durmiente, pero ahora personificada en Beya, una mujer que está en contra de su voluntad en un prostíbulo de Argentina. Es un cuento sumamente crudo y fuerte. Me dolió muc...
Brí-gi-da. Breve pero intenso. Qué voz tiene Cabezón Cámara, qué poesía, hay un momento en que narra como algo es blanco, y ella dice: pero no del blanco de una novia, ni de la heladera nueva, ni como la cocaína, ni como litros de leche, ni como el blanco del ojo, ni como un glaciar gigante, ni como la espuma que eriza los mares de la tierra. Ay, es un momento aleph, bello, bello. Me gustó que esté narrado en segunda y que esa voz le hable a una mujer que debe pelear por su liberación. Me gustó
Leer este libro es pasar por todas las experiencias corporales desagradables. Principalmente incomodidad y sufrimiento. Terrible, desgarrador, te revuelve la guata, te da asco y ganas de llorar. La precisión de las palabras escogidas por la autora es abrumadora. Esta historia, que a veces se siente como un poema o un presagio bíblico, nos interpela a todes, porque en todo el mundo hay una Beya explotada tratando de liberarse. Es cortito, pero muy gráfico y brutal, como un combo bien dado. Excele...
Crudísimo! Pero me gustó mucho, no sé si por morbo o por la rabia acumulada y la venganza. Eso sí, eterna deshumanización y un personaje de mujer completamente quebrado, escindido, fragmentado para siempre. En pocas palabras es un relato repleto de dolor, de dolor físico, de carne dolorida, pero también cargado de ganas de sobrevivir y torcer el destino. Nada romántico, nada idílico, pues cruenta realidad.
Le vi la cara al cliché de la puta que reza y es salvada por un hombre que resulta ser un sentimental, pero GCC le da un buen revolcón y lo resuelve superbien, con gran ritmo.
Es profundamente visceral y pareciera que te atraviesa el cuerpo. Es doloroso, a ratos abrumador y aveces las imágenes son tan claras y explícitas que es necesario parar. Me gusta porque no es escritura por morbo, sino que viene desde la rabia y la venganza.
Gabriela realiza una denuncia, en forma de ficción que te golpea por su veracidad. Denunciar la trata de blancas, la prostitución forzada y las violaciones a los derechos humanos de cientos de mujeres que se ven sometidas a la esclavitud sexual. Denuncia total porque aparecen aquí los gordos, los oficiales, los jueces, los políticos, los hombres que son esos clientes que permiten que esté mercado siga existiendo. Una red que se construye a punta de violencia, drogas y una subyugación de la mujer...
Una piña que te deja sin aire hasta el final.
:(
Fuertísimo, crudo, poético y muy intenso.
Desgarrador.
Durante el 2020 participé del club de lectura de @loslibrosdelamujerrota, un espacio muy rico para sobrevivir a la (primera) cuarentena y mi primera experiencia en un club de lectura.~Le viste la cara a Dios~ fue uno de los primeros libros del club y uno de los más significativos para mi experiencia como lectora de ese año. Esta novela breve hace un guiño intertextual con el cuento clásico de la Bella durmiente. Pero esta Beya se encuentra cautiva en un prostíbulo de Buenos Aires y vive la viole...
Igual ya casi no sufrís: lo ves todo muy de arriba, ahí está tu cama, ahí tu cuerpo abajo de otro, ahí tu garganta aullando, ahí abajo y desde ahí o más bien desde allá arriba, lo único que te une a vos es una línea de plata, hecha de una lucecita débil, algo como un cordón umbilical evanescente que apenas brilla, una promesa, un puente, como aquello que, vos creés, puso Dios para tengas la certeza iluminada de que alguna vez serás nuevamente soberana de vos misma: voy a ser dueña de mí, te prom...
Crudo, me encantó el relato
Muy cuático. Al principio me costó agarrar la lectura, y acostumbrarme a la manera en que la autora escribe. Pues, es super poética la forma en la que va relatando, una escritura también vertiginosa y muy detallada. Se lee rápido. Es muy fuerte, pero me parece bien leer este tipo de contenidos, que son una realidad aunque muchas veces no lo veamos. La verdad es que es una muy buena novela, corta, veloz, gráfica, pero por sobre todo real. Lo recomiendo, a todes. Amé sus metáforas y descripciones....