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Mariana Enríquez se ha ganado mi corazón por completo. Hasta ahora, solamente había leído dos de sus libros de cuentos y tenía muchas ganas de leerla en otro género. Fue así como llegué a sus crónicas.Mi opinión sobre este libro quizá esté algo sesgada, debido a que la autora y yo compartimos la fijación con los cementerios. Esta obsesión que podría catalogarse como una especie de necrofilia -sin el componente sexual, por supuesto- ha llevado a la autora a plasmar sus increíbles recorridos en ce...
Siempre que no sepas qué leer, lee Mariana Enriquez. Ella narra con tanta naturalidad y de manera tan accesible todo sobre lo que escribe, que su lectura te introduce de lleno en la temática y quedas rendido a sus pies, o mejor dicho, a sus letras.
Si no hubiera sido porque Mariana Enríquez lo escribió, difícilmente hubiera leído un libro como este. Se trata sobre visitas a cementerios de distintas partes del mundo, y son descritos con tanto cariño y detalle que me queda claro que son los lugares favoritos de Mariana.En cada una de las crónicas -que son alrededor de quince, por ahí-, se describe no solo la apariencia física de estos lugares, sino también la experiencia de visitarlos. Mariana mezcla brillantemente Historia, periodismo y hum...
No es perfecto, a veces es reiterativo, algunas de las visitas que narra son poco interesantes, muchos datos históricos me aburrieron y sentí que le faltaban más imágenes para acompañar al texto. Pero Mariana es buena cronista (aunque mucho, mucho mejor autora de ficción), sus experiencias están salpicadas con detalles personales muy interesantes, es un libro para leer con el Google abierto porque te dan muchas ganas de ver las tumbas, monumentos, las ciudades, las bandas, los libros y mil etcét...
No es lo mejor de Enríquez. Sus cuentos son mejores, indiscutiblemente. Pero es buena cronista, ingeniosa, capaz. Me gustó leer su obsesión, tener acceso a ese tras escena de sus ficciones. Compartir su amor por la muerte, por la vida, en el fondo, y encontrar en su testimonio las señas de su mundo.Ahora a esperar que su nueva nivela llegue a Colombia, y a leerla con todas las ganas del mundo.
Mi amor por Mariana Enríquez aumenta con cada libro que leo. A ver ahora de dónde saco yo el dinero para ir a visitar todos estos cementerios.
4.5Un libro que aborda un tema que nunca me había despertado interés más que el turístico ocasional. En sus páginas, la autora recorre los cementerios que ha ido visitando y relata sus impresiones, mezclándolas muchas veces con anécdotas personales (la de Montparnasse es maravillosa). Más que las crónicas -que de por sí son muy buenas, desde ya-, me quedo con las necesarias reflexiones que fueron surgiendo a lo largo de la lectura acerca de la relación del ser humano con la muerte, la necesidad
Si esta es una muestra de la forma de escribir de Mariana Enríquez, pasará un buen tiempo hasta que vuelva a leer algo de ella, si es que lo hago.En este libro pone un conjunto de datos y fechas tan innecesarios e irrelevantes que los olvido al pasar la página. Aquí un ejemplo:“En el año 1979 fue construido el canal colector Florentino Ameghino, que posee una longitud de 92 kilómetros, 30 metros de ancho y 2,5 metros de profundidad. Este emprendimiento costó 30 000 000 de dólares. La falta de ob...
Me gustó mucho, aunque me hubiese gustado leerlo antes de sus bestias de no ficción: El otro lado y La hermana menor, que dejaron vara demasiado alta. Así que si alguien tiene que empezar, es por acá.
God, I wish it could be mePasear por cementerios a lo largo del mundo literalmente es mi sueño
