Mónica huye lo más lejos posible para olvidar la muerte de su hijo Antonio. Irónicamente, entre mas escapa, más frenética se vuelve su búsqueda, mientras un inconmensurable vacío se instala en su corazón. No puede aceptar la tragedia, no puede sacudírsela, hasta que desesperado, Román, su esposo, la abandona. De Monterrey a Tel Aviv, luego a Jerusalén; lugares insólitos con gente aún más extraña. Comida acre, hashís amargo, tiempo que termina por añejarse hasta teñirse de sepia. El alcohol parece atenuar el dolor, que duele hasta hacerla vomitar. Aquí y allá, Mónica esta en todas partes, desdoblándose...¿o son sus recuerdos que se proyectan desde el presente hacia un futuro aterrador y luego regresan para llenar su cabeza de pájaros? En Jerusalén cree encontrar a Antonio en Eial, con quien se fuga. ¡Es tan intenso el deseo de verse reflejada en los ojos de sus hijo! Mónica esta segura de que es él, su amadísimo Antonio, que ha vuelto para rescatarla de su sufrimiento. En una realidad aparte, Román, Roberto y Lorena, sufren el abandono emocional de Mónica: piensan que ha iniciado el viaje sin retorno hacia la locura.
Mónica huye lo más lejos posible para olvidar la muerte de su hijo Antonio. Irónicamente, entre mas escapa, más frenética se vuelve su búsqueda, mientras un inconmensurable vacío se instala en su corazón. No puede aceptar la tragedia, no puede sacudírsela, hasta que desesperado, Román, su esposo, la abandona. De Monterrey a Tel Aviv, luego a Jerusalén; lugares insólitos con gente aún más extraña. Comida acre, hashís amargo, tiempo que termina por añejarse hasta teñirse de sepia. El alcohol parece atenuar el dolor, que duele hasta hacerla vomitar. Aquí y allá, Mónica esta en todas partes, desdoblándose...¿o son sus recuerdos que se proyectan desde el presente hacia un futuro aterrador y luego regresan para llenar su cabeza de pájaros? En Jerusalén cree encontrar a Antonio en Eial, con quien se fuga. ¡Es tan intenso el deseo de verse reflejada en los ojos de sus hijo! Mónica esta segura de que es él, su amadísimo Antonio, que ha vuelto para rescatarla de su sufrimiento. En una realidad aparte, Román, Roberto y Lorena, sufren el abandono emocional de Mónica: piensan que ha iniciado el viaje sin retorno hacia la locura.