Tal vez el eje de estos ensayos resulte sorprendente para muchos, pues en ellos su autor examina la coherencia intelectual de Venezuela. País cambiante, eternamente joven y condenado a rehacerse en todo —obras públicas, planes gubernamentales, etc— posee sin embargo una línea de desarrollo admirable y visible que, independiente de gobiernos, caudillos y otros accidentes, se materializa en un conjunto de hombres y obras que han pensado al país desde los tiempos cuando aún estos territorios eran parte de la corona española. Así pues, el imaginario venezolano es una construcción simbólica cristalizada en la prosa o en los versos de olvidados sacerdotes, críticos militantes o extraviados bohemios. "Pensar a Venezuela" constituye sin duda uno de los más profundos esfuerzos de comprensión de lo venezolano y una nueva prueba de la maestría estilística de José Balza.
Tal vez el eje de estos ensayos resulte sorprendente para muchos, pues en ellos su autor examina la coherencia intelectual de Venezuela. País cambiante, eternamente joven y condenado a rehacerse en todo —obras públicas, planes gubernamentales, etc— posee sin embargo una línea de desarrollo admirable y visible que, independiente de gobiernos, caudillos y otros accidentes, se materializa en un conjunto de hombres y obras que han pensado al país desde los tiempos cuando aún estos territorios eran parte de la corona española. Así pues, el imaginario venezolano es una construcción simbólica cristalizada en la prosa o en los versos de olvidados sacerdotes, críticos militantes o extraviados bohemios. "Pensar a Venezuela" constituye sin duda uno de los más profundos esfuerzos de comprensión de lo venezolano y una nueva prueba de la maestría estilística de José Balza.