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No había leído a Marta Sanz hasta ahora, a pesar de que siempre había tenido ganas de ponerme con alguno de sus libros. Me regalaron este y creo que ha sido un muy buen comienzo. Me ha gustado especialmente la primera de las tres partes que forman la obra, centrada en la infancia. Sanz escribe tan bien, tiene imágenes tan potentes, tan crudas en ciertas ocasiones, y una habilidad tan pasmosa para perfilar a los personajes y hacer que los identifiques con otros que hayan podido pasar por tu vida....
Lo que más me ha chocado de este libro es su crudeza, cómo describe eventos traumáticos como quien habla de lo que va a comer hoy. Cuando no te lo esperas te pega la puñalada, tienes que parar de leer y volver al principio del párrafo porque necesitas tiempo para procesarlo. Maravillosa forma de narrar de Marta.
No sé si es una cuestión de los libros de no ficción en general o si son los libros que yo he leído en particular, pero siempre me demoro demasiado para leerlos y, sinceramente, no los disfruto.Este libro empezó bastante bien. De hecho, he subrayado bastantes frases porque me han gustado. Pero, como producto final, no me ha gustado mucho. No sé exactamente por qué, pero lo que sé es que me ha resultado muy tedioso terminar de leerlo.En fin, me aburrí, supongo.Quizá lo ideal para disfrutar del li...
A pesar de no ser uno de mis favoritos, Marta Sanz ahonda en su infancia, adolescencia y vida con una mirada tan corriente y extraordinaria a la vez que nos enseña a mirarnos y a autodescubrirnos en cada experiencia que llevamos impresa en la piel. De lectura un tanto lenta pero sublime, como siempre.
Excelente. Recomendado a mi hija Rocio.
Creo que me ha pillado en un momento en el que he llegado un poco harta a lo que se considera auto ficción, acabo de ver la película "Fue la mano de Dios" de Sorrentino, no hace mucho leí a Anna Pacheco sus "Listas, guapas, limpias" y el bodrio de Elyzabeth Duval de hace un par de años. En fin, que si la novela no tiene algo de novelado, me acabo aburriendo. "La lección de anatomía" tiene mérito literario, domina el idioma y el ritmo, pero su vida cotidiana y anodina me aburre soberanamente, me
El estilo de Marta Sanz es como una lengua de gato, que raspa pero da gustito. A mí me cae muy bien esta mujer, me gusta mucho esa honestidad que no es la mal entendida, la patente de corso para decir burradas y mostrar que, en el fondo, se tiene la misma empatía que una patata. Seguramente Marta Sanz de empatía anda bien (estoy segura de que más que bien), otra cosa es que se sienta obligada a mostrarla, o a hacerte pensar que es mejor de lo que es, más guapa, más lista, más capaz, que es a lo
En realidad sólo me he leído 100 páginas. Me aburrí.
Me ha gustado sobre todo la primera parte. Es un retrato autobiográfico de la autora, escrito con muchísimo virtuosismo y seguramente con la intención de mostrar sus entrañas propias al mismo tiempo que las entrañas de la realidad, pero por otro lado hay mucha fragmentación, son muchos microrelatos, cada uno una faceta de un caleidoscopio de lo que es una vida. Pero a mí me queda la sensación que faltan facetas, que algunos pasajes son de,aliado intencionadamente oscuros y distorsionados, o tal
Solía considerarme un aficionado a los dietarios, diarios íntimos, autobiografías y otras formas de la escritura personal, pero después de leer La lección de anatomía mi afición vacila. A la altura de la página 286 termino por entender que cuando disfrutaba del Cuaderno gris de Pla, o de La forja de un rebelde de Barea, o de El olvido que seremos, o de los diarios de Lichtenberg y de Klemperer, lo que me interesaba no era Klemperer, ni Lichtenberg, ni Abad, ni Barea, ni Pla, sino una atención, u...
Marta Sanz, maestra en la desnudez. O en el desvestimiento.
Es un libro bastante denso como otros de Marta Sanz. Quien quiera lecturas de pasar páginas rápidamente este no es su libro. No se lee fácil, ni de tirón, ni es una lectura cómoda. Muy personal, por supuesto. Es una autobiografía contada en clave muy personal, desde las vísceras, desde pinceladas sueltas de la infancia, adolescencia y madurez de la autora. Pero qué bien escribe ella, va directa a las entrañas. Me encanta ese estilo, que igual se hace espeso, las enumeraciones, los detalles concr...
Es bastante irregular, dado que son piezas sueltas que tratan de hilvanarse, pero es un muy interesante ejercicio de valentía. He tardado mucho en descubrir a esta autora, demasiado.
La verdad es que me recuerda en muchas cosas a Ernaux por la inteligencia y la sutileza de todo lo pequeño. Todo lo que no es íntimo ya no es un valor. Me parece dificilísimo deconstruir tantas máscaras y capas sin perder lo político de la escritura y no decir bobadas. Hay párrafos magistrales. Qué bien que te llames Marta
¡Por fin! Me ha costado mucho leerme este libro y no porque no me haya gustado, sino porque su escritura es bastante compleja y no he parado de subrayar y tomar notas. Pienso que no es un libro para todo el mundo, y por eso me parece excepcional, en todos los sentidos. No es fácil encontrar un texto cuyo autor, autora en este caso, se abra en canal hasta tal punto, diseccionando con precisión casi quirúrgica los episodios de su vida. Además, creo que es un libro que va a más y que su última part...
Desde hoy mismo (realmente desde hace varios días) me considero fan de Marta Sanz. Estoy dispuesto a lanzar histéricamente mi ropa interior en la próxima firma de libros. Cómo se me había salido del radar esta mujer descreída, brutalmente sincera, de un humor retorcido y delicioso (a mí, que leo 50 libros al año y que pedante y erróneamente creo que lo sé todo y hasta me atrevo a mirar por encima del hombro los libros de la gente en el metro)?Marta Sanz, en este libro se desnuda (y hasta se pint...
Hace falta leer libros como este para concedernos ser humanos. El relato de Marta Sanz es irreverente. Nos parece estar viéndonos a nosotros mismos en sus confesiones, que no son confesiones, porque no hay nada que confesar en realidad. Situaciones cotidianas, episodios que se pasan por alto a la hora de narrar una vida, aquí tienen el peso de la historia. A veces creía estar leyendo mi propia intimidad, aquello que hago cuando estoy sola y que no comparto por vergüenza, los pensamientos más ext...
Me ha removido todas las vísceras, pero con ternura.
Otro descubrimiento; la prosa de Sanz se mueve entre el humor negro y un cierto aire altanero que sin embargo conjugan a la perfección en esta novela autobiográfica. Con ganas de leer más obras de esta autora.
Marta Sanz pone la mirada en ella. Desde aquel día que su madre la narró su parto. Los dolores, las horas y la sangre. Aquel descubrimiento la llevó a tomar la primera decisión de su vida: no tendría hijos, nunca sería madre. Marta es mujer de palabra, tiene cuarenta años y no es madre ni lo va a ser, y no se arrepiente. Es la mejor decisión que ha tomado en su vida. Desde su infancia hasta la última página del libro Marta recorre su vida, sus decisiones. Ella es como es por ese pasado, por esa