He aquí dos obras, hasta ahora inéditas en español, del siempre genial y exigente Pierre Michon, maestro de la prosa, un escritor de escritores para quien la literatura es un fervor, un arduo monacato, una empresa áspera e interminable en pos de la oración pura. Se reúnen en este libro El emperador de Occidente y Mitologías de invierno .
El emperador de Occidente es una fascinante nouvelle sobre los últimos momentos del Imperio romano de Occidente, un Imperio ya en decadencia, asolado por las hordas bárbaras y en manos de emperadores fantoches, vaciados de poder. Un escenario donde los agonizantes destellos de una gloria con más pasado que futuro, sólo sirven para alumbrar la incertidumbre, la confusión y el declive, el inevitable hundimiento de un mundo. En esta especie de peplum à la Michon encontramos esa deliciosa ebriedad sintáctica a la que el autor de Cards nos tiene acostumbrados y que es el gozo de todo buen lector.
Los magníficos relatos de Mitologías de invierno muestran un estilo diferente, un desarrollo de la frase necesariamente más corto pero igualmente preciso y sugerente. A través de hábiles pinceladas, el narrador, como si fuera el propio Destino, traza los doce perfiles, estas doce vidas breves , que tienen lugar en diferentes épocas pero que se desarrollan en un entorno geográfico acotado: Irlanda y el Causse francés.
He aquí dos obras, hasta ahora inéditas en español, del siempre genial y exigente Pierre Michon, maestro de la prosa, un escritor de escritores para quien la literatura es un fervor, un arduo monacato, una empresa áspera e interminable en pos de la oración pura. Se reúnen en este libro El emperador de Occidente y Mitologías de invierno .
El emperador de Occidente es una fascinante nouvelle sobre los últimos momentos del Imperio romano de Occidente, un Imperio ya en decadencia, asolado por las hordas bárbaras y en manos de emperadores fantoches, vaciados de poder. Un escenario donde los agonizantes destellos de una gloria con más pasado que futuro, sólo sirven para alumbrar la incertidumbre, la confusión y el declive, el inevitable hundimiento de un mundo. En esta especie de peplum à la Michon encontramos esa deliciosa ebriedad sintáctica a la que el autor de Cards nos tiene acostumbrados y que es el gozo de todo buen lector.
Los magníficos relatos de Mitologías de invierno muestran un estilo diferente, un desarrollo de la frase necesariamente más corto pero igualmente preciso y sugerente. A través de hábiles pinceladas, el narrador, como si fuera el propio Destino, traza los doce perfiles, estas doce vidas breves , que tienen lugar en diferentes épocas pero que se desarrollan en un entorno geográfico acotado: Irlanda y el Causse francés.