El día en que la acaricié sentada sobre mis rodillas y se vio reflejada en mis pupilas, me besó entre risas los ojos, pero no besó en ellos sino su imagen.
El día en que la acaricié sentada sobre mis rodillas y se vio reflejada en mis pupilas, me besó entre risas los ojos, pero no besó en ellos sino su imagen.