«Y ahí, entre toda esa locura a medio camino entre lo salvaje y lo amable, me encuentro los ojos más bonitos del mundo.»
Carla está harta. Harta de su trabajo, de su bloqueo creativo y de esa rutina que amenaza con asfixiarla a cada día que pasa. Harta de todo y de todos, excepto de ese delicioso pastel de limón que, cada martes y jueves, encarga a su restaurante favorito. Por eso, cuando introduce la mano en la bolsa de papel marrón y se encuentra con un estúpido e insulso pastel de miel, pierde la cabeza.
Dispuesta a descargar toda su frustración con quien haya cometido ese terrible error, pone rumbo al restaurante. Sin embargo, al abrir la puerta, frente a una clase llena de mujeres preparadas para aprender repostería, se topa con lo último que necesitaba en su vida: una fuerza de la naturaleza encerrada entre rizos y curvas llamada Ángela.
Arrastrada por su energía, no tarda en convertirse en una alumna más. Y, por mucho que intente negarlo, el rencor comienza a transformarse en algo que Carla no sabe o no quiere identificar. Porque lo que Ángela y Carla sienten está muy claro para todos... excepto para ellas.
Pero el amor no entiende de dudas ni miedos y parece decidido a cruzar sus caminos una y otra vez hasta que acepten que su destino está en brazos de la otra.
«Y ahí, entre toda esa locura a medio camino entre lo salvaje y lo amable, me encuentro los ojos más bonitos del mundo.»
Carla está harta. Harta de su trabajo, de su bloqueo creativo y de esa rutina que amenaza con asfixiarla a cada día que pasa. Harta de todo y de todos, excepto de ese delicioso pastel de limón que, cada martes y jueves, encarga a su restaurante favorito. Por eso, cuando introduce la mano en la bolsa de papel marrón y se encuentra con un estúpido e insulso pastel de miel, pierde la cabeza.
Dispuesta a descargar toda su frustración con quien haya cometido ese terrible error, pone rumbo al restaurante. Sin embargo, al abrir la puerta, frente a una clase llena de mujeres preparadas para aprender repostería, se topa con lo último que necesitaba en su vida: una fuerza de la naturaleza encerrada entre rizos y curvas llamada Ángela.
Arrastrada por su energía, no tarda en convertirse en una alumna más. Y, por mucho que intente negarlo, el rencor comienza a transformarse en algo que Carla no sabe o no quiere identificar. Porque lo que Ángela y Carla sienten está muy claro para todos... excepto para ellas.
Pero el amor no entiende de dudas ni miedos y parece decidido a cruzar sus caminos una y otra vez hasta que acepten que su destino está en brazos de la otra.