Adentrarse en la vida de Marc Légasse es como abrir una ventana a la galerna. Este vasco nacido en París en 1918 fue el último de una casta. Destinado por nacimiento a convertirse en un próspero naviero, lanzó un órdago a la vida y lo apostó todo por un país que ni siquiera existe.
Adentrarse en la vida de Marc Légasse es como abrir una ventana a la galerna. Este vasco nacido en París en 1918 fue el último de una casta. Destinado por nacimiento a convertirse en un próspero naviero, lanzó un órdago a la vida y lo apostó todo por un país que ni siquiera existe.