El arte y la creación constituyen las herramientas perfectas para imaginar el futuro, para descubrir que otros mundos, otros seres, otras maneras de medir el tiempo y la vida nos aguardan más allá de las fronteras de lo racional. La ciencia ficción se ha convertido en el oráculo que nos alerta de apocalipsis insalvables o nos prepara frente a contactos con otros universos, pero, también, puede aportarnos las claves para vivir en un mundo cargado de interrogantes. Y es que, en el fondo, la ciencia ficción se revela como síntoma de un período incierto en el que nos imaginamos caminando al borde del precipicio, deseando saber qué nos espera en el vacío.
El arte y la creación constituyen las herramientas perfectas para imaginar el futuro, para descubrir que otros mundos, otros seres, otras maneras de medir el tiempo y la vida nos aguardan más allá de las fronteras de lo racional. La ciencia ficción se ha convertido en el oráculo que nos alerta de apocalipsis insalvables o nos prepara frente a contactos con otros universos, pero, también, puede aportarnos las claves para vivir en un mundo cargado de interrogantes. Y es que, en el fondo, la ciencia ficción se revela como síntoma de un período incierto en el que nos imaginamos caminando al borde del precipicio, deseando saber qué nos espera en el vacío.