Los temblores de 1985 causaron daños severísimos y perdidas irreparables, pero también marcaron el surgimiento de una nueva conciencia de los capitalinos, quienes confirmaron que ya nada podían esperar de un régimen corrupto, enfangado en la ineficacia y la frivolidad.
Por algunos días, los habitantes de la metrópoli tomaron en sus manos el orden y demostraron que no necesitaban de las autoridades impuestas.
En medio de tan enorme desgracia, aquella sociedad decidió levantarse y se organizó para el rescate de los sobrevivientes y para desenterrar a sus muertos.
-Humberto Musacchio
Los temblores de 1985 causaron daños severísimos y perdidas irreparables, pero también marcaron el surgimiento de una nueva conciencia de los capitalinos, quienes confirmaron que ya nada podían esperar de un régimen corrupto, enfangado en la ineficacia y la frivolidad.
Por algunos días, los habitantes de la metrópoli tomaron en sus manos el orden y demostraron que no necesitaban de las autoridades impuestas.
En medio de tan enorme desgracia, aquella sociedad decidió levantarse y se organizó para el rescate de los sobrevivientes y para desenterrar a sus muertos.
-Humberto Musacchio