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Persona

Persona

Alejandro Aguirre
0/5 ( ratings)
lo repeti como un hechizo, mirando el reflejo asustado en el espejo. El lanzamiento al "mundo" en una nueva forma venia, y me temblaba como una hoja solitaria a fines del otono. No senti la fuerza para interpretar el papel de otra mujer. Mujeres seguras y audaces, no como yo en caracter. ?Que importa que nos parezcamos a la misma persona? Las personas que la conocen sin duda notaran la diferencia.

"?Estas lista, lady Fleming?" La doncella miro dentro de la habitacion y me parecio que el mismo diablo habia aparecido para llevarme al inframundo. - Su Excelencia pidio prisa.

"S-si, ya voy", exprimi con dificultad, y me dirigi a la puerta. Hacia un desastre ...

... АСС hace tres dias, cuando en el comedor de un modesto hotel, un extrano con un traje caro se sento conmigo e hizo una oferta impresionante. Una propuesta que no aceptaria por nada no estaria en una situacion desesperada. En ese momento parecia que esta era una respuesta a mis oraciones, que habia una oportunidad de salir de la trampa en la que me habia conducido. No es tan dificil pretender ser otra persona. A cambio, recibire un techo temporal sobre mi cabeza y una bolsa de monedas de oro. Todo es mejor de lo que la dama de la habitacion de al lado habia predicho el otro dia, mirando su cara y su figura.

Sin embargo, no. Todo comenzo incluso antes. Cuando corri por la acera, recogi el dobladillo y me atragante con resentimiento y desesperacion. Mis piernas estaban anudadas con escasas posesiones: un par de ropa interior intercambiable, zapatos de repuesto, un buen vestido informal y unas pocas monedas que no podian alimentarme mas de una semana. En los oidos sonaba la voz de la madre: “?Bien, eres un tonto, Eva! ?Estupida y estupida chica! Por seguro Asi lo habria dicho ella, descubrir que me escape de mi marido, sin pensar en como vivir.

?En que habia que pensar? Valio la pena recordar a Simon como una hermosa imagen se puso de pie ante mis ojos: ?mi precioso marido y mi desconocida rubia en nuestra cama! No esperaban una invasion. Se suponia que debia pasar dos horas mas en la tienda. Pero, habiendo sufrido a causa de una migrana, la cerre temprano. Me parecio que los amantes tomados desprevenidos debian comenzar y asustarse. La nina con un chillido para esconderse detras, y su esposo se apresuran a disculparse. Pero solo se rieron al ver mi cara desanimada.

"Estupido", espeto la rubia, sin pensar en ocultar la desnudez.
Pages
1917
Format
Kindle Edition

Persona

Alejandro Aguirre
0/5 ( ratings)
lo repeti como un hechizo, mirando el reflejo asustado en el espejo. El lanzamiento al "mundo" en una nueva forma venia, y me temblaba como una hoja solitaria a fines del otono. No senti la fuerza para interpretar el papel de otra mujer. Mujeres seguras y audaces, no como yo en caracter. ?Que importa que nos parezcamos a la misma persona? Las personas que la conocen sin duda notaran la diferencia.

"?Estas lista, lady Fleming?" La doncella miro dentro de la habitacion y me parecio que el mismo diablo habia aparecido para llevarme al inframundo. - Su Excelencia pidio prisa.

"S-si, ya voy", exprimi con dificultad, y me dirigi a la puerta. Hacia un desastre ...

... АСС hace tres dias, cuando en el comedor de un modesto hotel, un extrano con un traje caro se sento conmigo e hizo una oferta impresionante. Una propuesta que no aceptaria por nada no estaria en una situacion desesperada. En ese momento parecia que esta era una respuesta a mis oraciones, que habia una oportunidad de salir de la trampa en la que me habia conducido. No es tan dificil pretender ser otra persona. A cambio, recibire un techo temporal sobre mi cabeza y una bolsa de monedas de oro. Todo es mejor de lo que la dama de la habitacion de al lado habia predicho el otro dia, mirando su cara y su figura.

Sin embargo, no. Todo comenzo incluso antes. Cuando corri por la acera, recogi el dobladillo y me atragante con resentimiento y desesperacion. Mis piernas estaban anudadas con escasas posesiones: un par de ropa interior intercambiable, zapatos de repuesto, un buen vestido informal y unas pocas monedas que no podian alimentarme mas de una semana. En los oidos sonaba la voz de la madre: “?Bien, eres un tonto, Eva! ?Estupida y estupida chica! Por seguro Asi lo habria dicho ella, descubrir que me escape de mi marido, sin pensar en como vivir.

?En que habia que pensar? Valio la pena recordar a Simon como una hermosa imagen se puso de pie ante mis ojos: ?mi precioso marido y mi desconocida rubia en nuestra cama! No esperaban una invasion. Se suponia que debia pasar dos horas mas en la tienda. Pero, habiendo sufrido a causa de una migrana, la cerre temprano. Me parecio que los amantes tomados desprevenidos debian comenzar y asustarse. La nina con un chillido para esconderse detras, y su esposo se apresuran a disculparse. Pero solo se rieron al ver mi cara desanimada.

"Estupido", espeto la rubia, sin pensar en ocultar la desnudez.
Pages
1917
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