"Al cumpleaños de la tía Mirta hay que llegar puntual. Quiero quedarme en casa solo o hacer algo con los chicos pero no hay chance. Caminamos hasta la parada del 19. Román, mi hermano mayor, va adelante. Esperamos quince minutos hasta que llega el colectivo. Román sube y saca los boletos. Mamá está más arreglada que de costumbre. Lleva puesto un jean ajustado y unas botas altas. La odio, pero me sigue gustando cuando se arregla. Román y yo tenemos la misma ropa de todos los días. Él, la camisa a cuadros roja y azul con la campera negra. Yo, el buzo azul, uno de los pocos que me quedan bien. Últimamente todo me va chico y mamá dice que estoy gordo".
"Al cumpleaños de la tía Mirta hay que llegar puntual. Quiero quedarme en casa solo o hacer algo con los chicos pero no hay chance. Caminamos hasta la parada del 19. Román, mi hermano mayor, va adelante. Esperamos quince minutos hasta que llega el colectivo. Román sube y saca los boletos. Mamá está más arreglada que de costumbre. Lleva puesto un jean ajustado y unas botas altas. La odio, pero me sigue gustando cuando se arregla. Román y yo tenemos la misma ropa de todos los días. Él, la camisa a cuadros roja y azul con la campera negra. Yo, el buzo azul, uno de los pocos que me quedan bien. Últimamente todo me va chico y mamá dice que estoy gordo".