Por supuesto, entre las personas hay diferencias en el color de su piel, en la forma de su cabello o su nariz y en tantos otros mínimos detalles, pero estos hechos no pueden llevarnos a aceptar que las "razas humanas" existen, y que son 5, 10 o 25.
Si la raza fuese sólo una división a partir del color de la piel, estaríamos muchísimo más dispuestos a aceptar la existencia de las "razas humanas". Pero el concepto de "raza humana" no procede sólo del color de la piel sino de un paquete entero de características a partir del cual es supuestamente posible segmentar con nitidez a la humanidad. Pero esto no tiene ningún fundamento científico.
Además, el concepto de "raza humana", tan falso y tan arraigado entre la población, ha sido y es el fundamento de cualquier racismo. Combatir el racismo es también combatir el falso concepto de "raza humana".
Por supuesto, entre las personas hay diferencias en el color de su piel, en la forma de su cabello o su nariz y en tantos otros mínimos detalles, pero estos hechos no pueden llevarnos a aceptar que las "razas humanas" existen, y que son 5, 10 o 25.
Si la raza fuese sólo una división a partir del color de la piel, estaríamos muchísimo más dispuestos a aceptar la existencia de las "razas humanas". Pero el concepto de "raza humana" no procede sólo del color de la piel sino de un paquete entero de características a partir del cual es supuestamente posible segmentar con nitidez a la humanidad. Pero esto no tiene ningún fundamento científico.
Además, el concepto de "raza humana", tan falso y tan arraigado entre la población, ha sido y es el fundamento de cualquier racismo. Combatir el racismo es también combatir el falso concepto de "raza humana".