Antes de ser un capítulo de la historia literaria, los movimientos poéticos fueron confusión y vértigo, bullicioso tiempo presente en el que alterna el inédito deslumbramiento con el constante ensayo y el frecuente error. Antes de que lleguen los aplicados cartógrafos que en las cátedras universitarias trazan el mapa del territorio, hacen falta aventureros arriesgados que se adentren más allá de lo conocido y tracen las primeras sendas. Miguel Floriano y Antonio Rivero Machina, dos destacados poetas de ahora mismo, han querido aventurarse en la selva selvaggia de la poesía más joven, docenas y docenas de nombres que pugnan por hacerse oír en las publicaciones impresas que no parece que vayan a desaparecer en un futuro inmediato y en los nuevos y cada vez más omnipresentes medios digitales. El resultado de su exploración es este libro, que sorprenderá a muchos, que no dejará indiferente a nadie, donde está ya una buena parte de los autores que protagonizarán la poesía del siglo XXI.
Antes de ser un capítulo de la historia literaria, los movimientos poéticos fueron confusión y vértigo, bullicioso tiempo presente en el que alterna el inédito deslumbramiento con el constante ensayo y el frecuente error. Antes de que lleguen los aplicados cartógrafos que en las cátedras universitarias trazan el mapa del territorio, hacen falta aventureros arriesgados que se adentren más allá de lo conocido y tracen las primeras sendas. Miguel Floriano y Antonio Rivero Machina, dos destacados poetas de ahora mismo, han querido aventurarse en la selva selvaggia de la poesía más joven, docenas y docenas de nombres que pugnan por hacerse oír en las publicaciones impresas que no parece que vayan a desaparecer en un futuro inmediato y en los nuevos y cada vez más omnipresentes medios digitales. El resultado de su exploración es este libro, que sorprenderá a muchos, que no dejará indiferente a nadie, donde está ya una buena parte de los autores que protagonizarán la poesía del siglo XXI.