En el siglo XXI, la era de las nuevas tecnologías, nuestra sociedad ha alcanzado niveles sorprendentes en campos como la ciencia y la tecnología. Esto se plasma en nuestro día a día en unas mejores condiciones de vida, salud y bienestar, haciéndonos la vida más cómoda y fácil que la que tuvieron que vivir nuestros tatarabuelos hace ya unos cuantos años. Pero a pesar de todo esto, la realidad es que también vivimos en una sociedad en la que cada día más personas sufren problemas por una baja autoestima. Han incrementando el número de pacientes enfermos por depresión, bajas laborales, rupturas de pareja y matrimonios e incluso suicidios, de personas que no creían que valían lo suficiente como para seguir viviendo.
En el siglo XXI, la era de las nuevas tecnologías, nuestra sociedad ha alcanzado niveles sorprendentes en campos como la ciencia y la tecnología. Esto se plasma en nuestro día a día en unas mejores condiciones de vida, salud y bienestar, haciéndonos la vida más cómoda y fácil que la que tuvieron que vivir nuestros tatarabuelos hace ya unos cuantos años. Pero a pesar de todo esto, la realidad es que también vivimos en una sociedad en la que cada día más personas sufren problemas por una baja autoestima. Han incrementando el número de pacientes enfermos por depresión, bajas laborales, rupturas de pareja y matrimonios e incluso suicidios, de personas que no creían que valían lo suficiente como para seguir viviendo.