Estas son las memorias de una infancia muy marcada por una guerra y dilatada en tres infancias: una primera de once años anterior a la Guerra Civil, una segunda de tres años que se desarrolla durante la Guerra Civil y una tercera de dos años posterior a la Guerra Civil, todas ellas rebosantes de episodios intensamente humanos y en las que la sangre y los humores, calientes, de los cuerpos corren a borbotones: la de los partos y las reyertas, la del campo de batalla y la de las fosas comunes y la del yugo y las flechas y los primeros palotes nacionalcatólicos: la letra que con sangre entra.
Estas son las memorias de una infancia muy marcada por una guerra y dilatada en tres infancias: una primera de once años anterior a la Guerra Civil, una segunda de tres años que se desarrolla durante la Guerra Civil y una tercera de dos años posterior a la Guerra Civil, todas ellas rebosantes de episodios intensamente humanos y en las que la sangre y los humores, calientes, de los cuerpos corren a borbotones: la de los partos y las reyertas, la del campo de batalla y la de las fosas comunes y la del yugo y las flechas y los primeros palotes nacionalcatólicos: la letra que con sangre entra.