En Far Edgerley, un pequeño pueblo en las montañas de Carolina del Norte, vive una pacífica comunidad tutelada por la respetada figura del comandante Carroll, alrededor de la cual orbita también la existencia de su familia -su segunda esposa y el hijo de ambos-. Pero con el regreso a casa de Sara, hija de su primer matrimonio, y de un joven artista de pasado desconocido, empezará a tejerse toda una trama de lazos, secretos y enredos, que vendrá a rizar la plácida superficie de la aldea.
Por el bien del comandante es la mejor novela de su autora y, en palabras del escritor William Dean Howells, «un ejemplo de lo que nuestra extrañamente variada vida real americana puede producir, y que solo parecía necesitar en la ficción la largamente negada oportunidad que algunos de nuestros escritores actuales le han brindado, ninguno con mayor promesa de una exitosa interpretación que la señorita Woolson».
En Far Edgerley, un pequeño pueblo en las montañas de Carolina del Norte, vive una pacífica comunidad tutelada por la respetada figura del comandante Carroll, alrededor de la cual orbita también la existencia de su familia -su segunda esposa y el hijo de ambos-. Pero con el regreso a casa de Sara, hija de su primer matrimonio, y de un joven artista de pasado desconocido, empezará a tejerse toda una trama de lazos, secretos y enredos, que vendrá a rizar la plácida superficie de la aldea.
Por el bien del comandante es la mejor novela de su autora y, en palabras del escritor William Dean Howells, «un ejemplo de lo que nuestra extrañamente variada vida real americana puede producir, y que solo parecía necesitar en la ficción la largamente negada oportunidad que algunos de nuestros escritores actuales le han brindado, ninguno con mayor promesa de una exitosa interpretación que la señorita Woolson».