Una oferta de trabajo infame, una sala de espera desquiciante, un director
de Recursos Humanos entregado al sadismo y a la entomología
y nueve personas que buscan desesperadamente un empleo con la
obstinación de un insecto.
Ese es el punto de partida de Peligro de derrumbe, una novela poliédrica
en la que el autor traza un aguafuerte descarnado de la crisis, la épica
de unas vidas enmarañadas y rotas, como las ramas
de un árbol podrido por la carcoma y que conviene talar.
La madre que vende su reloj y también su tiempo más íntimo. La universitaria
que no encuentra empleo ni motivos para seguir buscando.
El insomne que cometió una traición. La trabajadora de la limpieza
que siente vergüenza de su olor. El empresario que antes daba miedo
y ahora da grima. El encofrador que esconde sus manos... En esta sala
de espera, todos viajan en el mismo barco. Todos lo hacen sin brújula.
Y todos se dirigen hacia el mismo despeñadero.
«Creo que Peligro de derrumbe es una gran novela. Una de las novelas
importantes del año, o de la década, o, tirando de largo, de la crisis»,
escribe Enric González en el prólogo de este libro. «En adelante, Pedro
Simón tendrá que compararse con este libro y consigo mismo. Los buenos
escritores gozan de la capacidad de hurgar en nuestras entrañas
y construir universos completos. A cambio, soportan esa maldición».
Una oferta de trabajo infame, una sala de espera desquiciante, un director
de Recursos Humanos entregado al sadismo y a la entomología
y nueve personas que buscan desesperadamente un empleo con la
obstinación de un insecto.
Ese es el punto de partida de Peligro de derrumbe, una novela poliédrica
en la que el autor traza un aguafuerte descarnado de la crisis, la épica
de unas vidas enmarañadas y rotas, como las ramas
de un árbol podrido por la carcoma y que conviene talar.
La madre que vende su reloj y también su tiempo más íntimo. La universitaria
que no encuentra empleo ni motivos para seguir buscando.
El insomne que cometió una traición. La trabajadora de la limpieza
que siente vergüenza de su olor. El empresario que antes daba miedo
y ahora da grima. El encofrador que esconde sus manos... En esta sala
de espera, todos viajan en el mismo barco. Todos lo hacen sin brújula.
Y todos se dirigen hacia el mismo despeñadero.
«Creo que Peligro de derrumbe es una gran novela. Una de las novelas
importantes del año, o de la década, o, tirando de largo, de la crisis»,
escribe Enric González en el prólogo de este libro. «En adelante, Pedro
Simón tendrá que compararse con este libro y consigo mismo. Los buenos
escritores gozan de la capacidad de hurgar en nuestras entrañas
y construir universos completos. A cambio, soportan esa maldición».