Las dos obras que le proponemos hoy al lector cubano no se vinculan solo por el notable hecho de estar escritas e ilustradas a cuatro manos, sino por la no menos extraordinaria circunstancia de ser una "mezcla feliz" de fantasía heroica y ciencia ficción. Sus jóvenes creadores anuncian un futuro prometedor en su recién iniciada carrera de escritores.
Historias del Altipuerto se ambienta en dos mundos opuestos y tecnológicamente desvinculados, unidos por un agujero de gusano llamado "Altipuerto". Y los más disímiles personajes van de un universo a otro hipnotizándonos en la trama desde el comienzo mismo de la narración.
Guerra de Dragones, a su vez, muestra también dos mundos antagónicos: el de los magos y el de los dragones, enfrentados en una larga y brutal guerra con visos epopéyicos. La noveleta abre con su final un sinfín de posibilidades narrativas que esperamos ver alguna vez.
Las dos obras que le proponemos hoy al lector cubano no se vinculan solo por el notable hecho de estar escritas e ilustradas a cuatro manos, sino por la no menos extraordinaria circunstancia de ser una "mezcla feliz" de fantasía heroica y ciencia ficción. Sus jóvenes creadores anuncian un futuro prometedor en su recién iniciada carrera de escritores.
Historias del Altipuerto se ambienta en dos mundos opuestos y tecnológicamente desvinculados, unidos por un agujero de gusano llamado "Altipuerto". Y los más disímiles personajes van de un universo a otro hipnotizándonos en la trama desde el comienzo mismo de la narración.
Guerra de Dragones, a su vez, muestra también dos mundos antagónicos: el de los magos y el de los dragones, enfrentados en una larga y brutal guerra con visos epopéyicos. La noveleta abre con su final un sinfín de posibilidades narrativas que esperamos ver alguna vez.