Quedamos a las cuatro de la tarde a la altura del Walmart que está a unos metros de la estación Tlalnepantla del tren suburbano. Yo llegué a las tres cuarenta y cinco. Me molesta tener que esperar, sea porque alguien llega tarde o porque soy yo quien se anticipa. Sin embargo no podría responsabilizarlo si fui yo quien decidió salir antes de casa, y menos si llevo casi dos meses a la expectativa de este encuentro. Quiero vivirlo a flor de piel, y para eso necesito emociones dóciles. Necesito también aplacar estos nervios, no permitir que me lleven a sobrepensar o me provoquen ansiedad. Quiero mantenerme dueña de mí, de mis reacciones. Quiero mantenerme tranquila. Saco mi cuaderno y, para pasar el tiempo, empiezo a escribir esto.Tres ensayos nacidos de un encuentro obra de la casualidad.
Quedamos a las cuatro de la tarde a la altura del Walmart que está a unos metros de la estación Tlalnepantla del tren suburbano. Yo llegué a las tres cuarenta y cinco. Me molesta tener que esperar, sea porque alguien llega tarde o porque soy yo quien se anticipa. Sin embargo no podría responsabilizarlo si fui yo quien decidió salir antes de casa, y menos si llevo casi dos meses a la expectativa de este encuentro. Quiero vivirlo a flor de piel, y para eso necesito emociones dóciles. Necesito también aplacar estos nervios, no permitir que me lleven a sobrepensar o me provoquen ansiedad. Quiero mantenerme dueña de mí, de mis reacciones. Quiero mantenerme tranquila. Saco mi cuaderno y, para pasar el tiempo, empiezo a escribir esto.Tres ensayos nacidos de un encuentro obra de la casualidad.