"El mar blanco" abunda en tipos y situaciones característicos del mundo, en cierto modo ahistórico y próximo a la naturaleza, que Kazakov ha sabido construir con prosa admirable: las melancólicas reflexiones de la vejez sobre el sentido de la vida; el peso de la cotidianeidad, rota solo por fugaces momentos de plenitud; el contraste entre la aldea, todavía en buena parte tradicional, y la ciudad, transformada por la industrialización; la soledad y la incomunicación de los seres marginales; el amargo sabor de la derrota; los sentimientos amorosos no compartidos.
Incluye los siguientes relatos: Dos en diciembre. En la niebla. Marfa. La fea. El sonido del reloj. Trali-Vali. El olor del pan. La isla. En el apeadero. Manka. Maldito Norte. La caza. A la chita callando. Los viejos.
"El mar blanco" abunda en tipos y situaciones característicos del mundo, en cierto modo ahistórico y próximo a la naturaleza, que Kazakov ha sabido construir con prosa admirable: las melancólicas reflexiones de la vejez sobre el sentido de la vida; el peso de la cotidianeidad, rota solo por fugaces momentos de plenitud; el contraste entre la aldea, todavía en buena parte tradicional, y la ciudad, transformada por la industrialización; la soledad y la incomunicación de los seres marginales; el amargo sabor de la derrota; los sentimientos amorosos no compartidos.
Incluye los siguientes relatos: Dos en diciembre. En la niebla. Marfa. La fea. El sonido del reloj. Trali-Vali. El olor del pan. La isla. En el apeadero. Manka. Maldito Norte. La caza. A la chita callando. Los viejos.