El periodista es un cazador. Su labor implica largas horas al acecho; sus jornadas no tienen horario: pueden prolongarse hasta el amanecer, o iniciar en él.
Contra el analfabetismo regresivo que promueven los medios electrónicos, la cultura de la imagen y las "ciencias de la comunicación", Federico Campbell reinvindica en este libro el carácter formativo de la educación literaria como una de las formas más eficaces de organizar el pensamiento y la crítica.Esta obra expone las facetas más variadas del quehacer periodístico, su método de trabajo, su ética casi caballeresca, su pasión y su función vital en la sociedad.Federico Campbell es autor de novelas y ensayos, entre los que se encuentran: La clave Morse, Transpeninsular, La memoria de Sciascia, Post scriptum triste y La invención del poder. En 1995 obtuvo la beca J. S. Guggenheim.
El periodista es un cazador. Su labor implica largas horas al acecho; sus jornadas no tienen horario: pueden prolongarse hasta el amanecer, o iniciar en él.
Contra el analfabetismo regresivo que promueven los medios electrónicos, la cultura de la imagen y las "ciencias de la comunicación", Federico Campbell reinvindica en este libro el carácter formativo de la educación literaria como una de las formas más eficaces de organizar el pensamiento y la crítica.Esta obra expone las facetas más variadas del quehacer periodístico, su método de trabajo, su ética casi caballeresca, su pasión y su función vital en la sociedad.Federico Campbell es autor de novelas y ensayos, entre los que se encuentran: La clave Morse, Transpeninsular, La memoria de Sciascia, Post scriptum triste y La invención del poder. En 1995 obtuvo la beca J. S. Guggenheim.