La idea de morlac me vino durante una exposicion de obras del pintor David Bradbury. Las formas y los colores, la yuxtaposición de los personajes, todo este universo a la vez tan creíble y tan emocionante inició un proceso cognitivo cuya resultante fué la subdivisión simultanea del vínculo del guión y la participación intrínseca de la relación tiempo-espacio de la historia sobre la que trabajaba. Ahora le toca al lector encontrar el hilo conductor y decidir que avenidas tomar para guiar el personaje hasta el final del relato.
La idea de morlac me vino durante una exposicion de obras del pintor David Bradbury. Las formas y los colores, la yuxtaposición de los personajes, todo este universo a la vez tan creíble y tan emocionante inició un proceso cognitivo cuya resultante fué la subdivisión simultanea del vínculo del guión y la participación intrínseca de la relación tiempo-espacio de la historia sobre la que trabajaba. Ahora le toca al lector encontrar el hilo conductor y decidir que avenidas tomar para guiar el personaje hasta el final del relato.