El talento narrativo de Terenci Moix, unos de los autores más prestigiosos de nuestra literatura, alcanza en «El demonio» esa rara maestría que confiere al relato la grandeza y la profundidad de las grandes obras. Sirviéndose de algunos elementos propios del cuento gótico, Moix crea ununiverso regido por el horror de la belleza y la perversión de la santidad. La confesión del protagonista de «El demonio», un monje subyugado por su joven discípulo -o viceversa-, ya sea producto del delirio o relato de unos hechos vividos, revela una experiencia tan iconoclasta como provocadora, y constituye un auténtico descenso a los infiernos de la pasión.
El talento narrativo de Terenci Moix, unos de los autores más prestigiosos de nuestra literatura, alcanza en «El demonio» esa rara maestría que confiere al relato la grandeza y la profundidad de las grandes obras. Sirviéndose de algunos elementos propios del cuento gótico, Moix crea ununiverso regido por el horror de la belleza y la perversión de la santidad. La confesión del protagonista de «El demonio», un monje subyugado por su joven discípulo -o viceversa-, ya sea producto del delirio o relato de unos hechos vividos, revela una experiencia tan iconoclasta como provocadora, y constituye un auténtico descenso a los infiernos de la pasión.